Tres preguntas financieras que todo gerente debería hacerse antes de empezar 2026
El cierre de año no es solo un momento para revisar cifras. Es, sobre todo, una oportunidad para evaluar qué tan preparada está una empresa para lo que viene.
Muchas organizaciones terminan el año con estados financieros presentados, impuestos al día y obligaciones cumplidas. Sin embargo, eso no siempre significa que estén listas para tomar mejores decisiones financieras en el siguiente ciclo. Antes de proyectar 2026, hay preguntas estratégicas que ningún gerente debería dejar sin responder.
No son preguntas técnicas. Son preguntas de claridad, control y dirección empresarial.
¿Tomo decisiones con información confiable o con intuición?
En muchas empresas, la información financiera llega tarde, incompleta o sin contexto. Los reportes existen, pero no se usan como herramienta real de gestión empresarial.
Cuando esto ocurre:
Las decisiones se toman con base en percepciones
Los números se revisan solo al cierre del mes o del año
No hay certeza sobre qué tan rentable es realmente la operación
La intuición es valiosa, pero no puede ser el principal sistema de información de una empresa. En entornos más exigentes, decidir sin datos claros incrementa el riesgo y reduce el margen de maniobra.
Si los estados financieros no permiten responder con claridad cómo está la empresa hoy, difícilmente ayudarán a planear estratégicamente mañana.
¿Mi empresa genera caja o solo ventas?
Facturar no es lo mismo que tener liquidez. Y crecer en ventas no siempre significa mejorar la salud financiera.
Muchas empresas operan con una presión constante de caja:
Cobros que se demoran
Pagos que llegan antes de recibir ingresos
Dependencia recurrente de créditos para sostener la operación
Cuando no se entiende con claridad el flujo de efectivo:
El crecimiento se vuelve frágil
Las decisiones de inversión se aplazan
La empresa entra en un ciclo permanente de urgencia
Antes de iniciar un nuevo año, es clave preguntarse si el modelo actual genera caja de forma sostenible o si solo mantiene la operación en movimiento sin solidez financiera.
¿Mi estructura financiera soporta un año exigente?
Todo plan financiero debe partir de una premisa realista: los escenarios cambian. Costos, tasas, regulaciones y condiciones de mercado pueden variar más rápido de lo esperado.
Una estructura financiera sólida permite:
Absorber imprevistos
Ajustarse sin decisiones apresuradas
Mantener estabilidad en momentos de presión
Cuando no existe claridad sobre:
Nivel real de endeudamiento
Costos fijos versus variables
Capacidad de respuesta ante una caída de ingresos
La empresa queda expuesta a reaccionar en lugar de anticiparse. Prepararse no es ser pesimista. Es gestionar con responsabilidad.
Cuando no hay respuestas claras, también hay información
Si alguna de estas preguntas genera dudas, incomodidad o respuestas poco concretas, eso ya es una señal importante. No para alarmarse, sino para actuar con criterio.
Las empresas que entran a un nuevo año con claridad financiera toman decisiones con ventaja. Las que no, suelen enfrentarse a los problemas cuando ya son urgentes.
En Peña Molina & Asociados acompañamos a empresas en la estructuración de información financiera confiable para la toma de decisiones. Si necesitas claridad sobre tus números antes de iniciar 2026, podemos ayudarte a construir un diagnóstico financiero que te permita planear con solidez.
Contacta con nuestro equipo y comienza el año con la información que necesitas para crecer de forma sostenible.

